El pintor que escribía
Los amores serán siempre amables.
Futuros amantes, quizá
se amarán, sin saberlo,
con el amor que yo un día
dejé para ti.
(Chico Buarque de Hollanda)
Ficha técnica:
Título: “El pintor que
escribía”
Título original: “O pintor que
escrevia”
Autora: Leticia Wierzchowski
Traductora: Carmen Férriz
1ª Edición: Febrero 2005
Editorial: Ediciones B
ISBN: 84-666-1573-3
Diseño: Estudio Ediciones
B/Alejandro Colucci
Págs. 109
Tapa blanda
¿Quién es Leticia
Wierzchowski?
Sobre
la autora podemos decir lo siguiente: Nacida en Porto Alegre, ciudad brasileña,
hizo los estudios de Arquitectura, carrera que abandonó para dedicarse a lo que
más le gustaba que era escribir.
Además de escribir esta obra que vamos a
reseñar, ha publicado entre otras las siguientes novelas, “Anuarios dos amores”, “eu
@teamo.com.br”, “Prata do tempo”
“O anjo e o resto de nós”, aunque fue
“La casa de las siete mujeres” la que
le ha reportado mayor notoriedad. La autora ya ha concluido la segunda parte de
esta novela, titulada “Un farol no pampa”.
Argumento:
Corría el año
1978 cuando Augusto Seara y Zeca su ayudante reciben un encargo muy particular
como era dirigirse hacia un lugar de la Sierra Gaucha en Brasil, a una ignota
hacienda perdida en los campos, lejos de todo el mundo, de las miradas ajenas, para
recuperar, catalogar e intentar poner en venta una serie de cuadros. Cuadros
que pertenecieron a un desconocido pintor italiano llamado Marco Belluci, que
se suicidó veinte años atrás.
Ahora su
viuda, que responde al nombre de Amapola (que todavía retiene la belleza de
antaño) quiere deshacerse de toda su obra que lleva desde su muerte abandonada,
dejada a su destino en esa remota hacienda que guarda un gran secreto, (¡y
menudo secreto!). Cuando estos dos hombres desembalan los cuadros se quedan de
piedra, atónitos, ya que descubren que en la parte posterior de los mismos
ocultan un texto, que fue escrito por el propio Belluci, que además de ser una
gran pintor, resultó ser un buenísimo escritor, una especie de diario donde
contaba sus cuitas, sus “inquietudes”
más personales.
(Sierra Gaucha está situada al sur de Brasil, en la zona conocida como Río Grande del Sur, lugar donde se desarrolla está bonita historia.)
italia.it
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Con la ayuda de las gafas sus ojos pudieron descifrar lo
que estaba escrito en el reverso de la ‘Abazzia
di San Fruttuoso’. Era un texto de Marco Belluci, una especie de relato,
como la narrativa intimista de un diario.
-Un pintor que escribía- gimió Augusto emocionado. La
tela era su página.
(págs. 37-38)
Se dan cuenta
de una serie de cosas, parte de su vida personal e íntima que naturalmente yo
no voy a contar, porque destrozaría esta maravillosa historia están escritos en
el reverso de esos lienzos conservados en muy buen estado a pesar de los años
que habían pasado. Un amor correspondido hasta las máximas consecuencias, de
esos que solo se vive una vez en la vida, de los que jamás se olvidan, pero que
ocultaba un tremendo, un terrible secreto que lo desentrañareis al final de
esta preciosa historia de amor.
Una opinión más que personal:
No suelen
gustarme este tipo de narraciones, pero como suele ocurrir el libro me llamó, solo
tuve que cogerlo, para más tarde dejarlo en las estanterías de mi casa para una
posterior lectura, ya que tenía otras pendientes, (y mucho me arrepiento de
ello) en ese espacio de tiempo fue leído por mi mujer. Como ocurrió con “La
luz que no puedes ver” al leerlo antes me lo recomendó: ‘Cuando puedas…
léelo, no te arrepentirás, ya verás que te vas a encontrar en él, y luego me
comentas’.
Solo puedo
decir una cosa, y perdonarme si puedo resultar un poco/mucho grosero, ya que
nunca he empleado un adjetivo de esta clase en el blog, en ninguna de mis
anteriores entradas: ‘Hostia que libro’, que formidable historia, que forma más
sencilla y bonita de escribir. Ha resultado ser como las pequeñas flores, que
tienen un gran colorido, tan vivas, llenas de hermosas fragancias y un olor que
puede perdurar por mucho tiempo, junto con esa condición del alma humana, tan
profunda, tan incontrolable que muchas veces somos incapaces de explicar, ni
entender.
‘Mujer en la proa de un barco’. Sintió que los
ojos le ardían por la emoción contenida. Nunca más volvería a ser el mismo
después de aquellos días en Sierra Gaucha, después del pintor italiano, después
de Amapola. Ahora él era el depositario de un secreto amoroso.
(pág. 107)
Una historia,
una experiencia que marcan por completo a Arturo Seara, el marchante
protagonista de esta maravillosa narración, y que cambiará su vida por
completo. Una autora desconocida para mí, pero que escribe como los mismos
ángeles. Un pequeño libro, un extraordinario relato que te llegará a lo más
hondo, un secreto que no se revela hasta
casi las últimas páginas, un relato que no te dejará indiferente. ¿A qué estás
esperando para leerlo…?
Javier, pero una vez me habías comentado que a ti no te gustaban este tipo de historias, ¿es que ahora has cambiado de bando? Espero una rápida respuesta.
ResponderEliminarPues mira como son las cosas, la primera en la frente, pero es una bonita historia, fenomenalmente narrada. ¿Qué más se puede decir? Sí, estaba equivocado.
EliminarCuando el amor se convierte en locura.
EliminarTiene como resultado una gran historia.
EliminarNunca digas "nunca jamás".
EliminarNunca digas "nunca jamás".
EliminarNi todo es malo, hay muy buenos autores por conocer y reseñar.
EliminarEl libro es malditamente bueno...me encanta encontrar libros así y sorprenderme con ellos.
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