Aquellos locos chiflados




Aquellos locos chiflados

 

Las impresiones de un novato

dentro de la gran familia de Asempa.

 

Las grandes aventuras nunca van solas, en ocasiones vienen acompañadas entre otras cosas de diferentes clases de riesgos y motivaciones. Hace ya treinta y un años un grupo de aventureros, en imitación a los antiguos pioneros del oeste emprendió la ‘mayor aventura jamás contada’, decidiendo fundar Asempa (Asociación de Enfermedades Neuromusculares del Principado de Asturias), que dicho así de golpe parece que te vas a quedar sin respiración, y en aquel no tan lejano 1994 empezó todo, lo que antes era un sueño se convirtió en una palpable realidad.

  Aquellos locos chiflados con sus cacharros, (perdón he querido decir ideas y motivaciones) emprendieron ese largo camino que los (nos) ha llevado hasta nuestros días, sabiendo que era bastante complicado unir esos dos puntos que se perdían en el infinito… pero ellos se preguntaron -pensaron- una cosa. Si esos estrafalarios personajes de la película conseguían unir con sus cacharros Londres con París. ¿Por qué ellos no podrían hacer lo mismo? En este caso aglutinar a todo un colectivo buscando un mismo fin, la calidad de vida para todas las personas afectadas por enfermedades neuromusculares, junto con todos aquellos seres queridos que las (nos) rodean como son nuestros familiares. Aquellos precursores de un pasado no muy lejano (vuelvo a repetir que tan solo son treinta y un años) no podían estar quietos y se pusieron manos a la obra.

   Los parachoques están para abollarlos, nadie aprende a la primera, pero cuando miro a muchos de ellos me doy cuenta de algo, la aventura ha merecido (sigue mereciendo ) la pena. Ahora cada uno de nosotros puede contemplar el horizonte y ver el mundo, nuestro pequeño mundo de la forma que más nos guste, aquella que nos indique el corazón, ya sea un pequeño velero, un barco de remos o quizás un gran transatlántico, con el cual efectuaremos ese viaje que nunca olvidaremos.

  El movimiento asociativo está más vivo que nunca, los retos diarios siguen surgiendo, y los objetivos hay que ir alcanzándolos uno a uno, sin pausa, recordar que la tortuga también llegó a la meta, consiguiendo el gran objetivo de finalizar. Los locos cacharros siguen funcionando, las motivaciones siguen intactas, la asociación está repleta de vida, con compañeros que te aprecian, luchando, siguiendo siempre incansable, como al principio de esta gran locura, esforzándose en sensibilizar y dar difusión sobre las ENM (enfermedades neuromusculares), dando importancia a la inclusión social, porque un mundo más accesible es posible, porque lo (im)posible está en nuestras manos, soñemos la vida con cuidado, bien despiertos, no la vivamos solos, la vida es un entretenimiento, también es complicada, pero eso no lo podemos cambiar, alejémonos de las sombras, de los que creen que somos atracciones de feria, los instantes solo duran eso, un instante, disfrutemos de las pequeñas grandes cosas, y recordar, ‘los parachoques siempre están para abollarlos’. 


Artículo publicado en la revista Ser Capaz

Nº 85 año 2025

 



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