Varlam Shalámov
Paseando por Rusia (14):
“Cuando sobrevives a un gulag, a las grandes purgas y tienes fuerzas para contarlo”.
Una sociedad clasista, una sociedad de privilegios, y una comunidad llena de incongruencias (así les fue) hicieron que a Shalámov por ser hijo de un clérigo abandonase sus estudios en la universidad donde estudiaba leyes, bajo la ‘acusación’ de ocultar su origen social, menos mal que era un gobierno de libertades que si no… Estas son las ironías no solo del destino, también de la vida.
Cuando alguien se opone a uno de los gobernantes más ególatras de nuestro tiempo, y a la vez uno de los mayores asesinos de la historia tiene que pagar las consecuencias, siendo enviado a un gulag situado en los Urales.
Con el tiempo publica un relato breve titulado ‘Las tres muertes del Dr. Austino’, pero al llegar ‘la grandes purgas’ Shalámov no podía irse de rositas y es arrestado, siendo trasladado a Kolymá. (La tierra de la muerte blanca.)
Debió de ser fuerte como un toro porque aguantó prácticamente de todo, campos de trabajo en unas condiciones durísimas, trabajó en minas de oro y carbón, contrajo el tifus, fue desahuciado y dado por muerto, no daban un duro por su vida…
Boris Pasternak que recibía sus poemas elogió su obra, pero este era también otro maldito.
‘Relatos de Kolymá’ es un libro con historias cortas sobre como era la vida en el campo de trabajo. Ya hemos contado esto otras veces, así que no entraremos ahora en detalles), pero los manuscritos de ‘Relatos de Kolymá’ fueron sacados clandestinamente del país. Está considerada una de las grandes colecciones rusas de relatos cortos del S.XX
Hasta la época de Gorbachov no hubo manera de que se publicase (como siempre y casi siempre en este país) su obra en la Unión Soviética. Kolymá es lo que popularmente se conoce como Siberia. Kolymá es un abyecto campo de concentración obra de un ególatra llamado Stalin, el más calamitoso de los dictadores.
No quiero ser reiterativo, pero la fama siempre llega después de muerto, hasta el punto que han profanado su tumba y le han hecho una serie de TV.
Una lástima que pasase sus últimos días de vida en un manicomio, acompañado de un mal amigo como es el Parkinson, y viendo como su obra no era publicada en su país.
Recordar que en esta macabra época, (para ser borrada del mapa y de la historia como otras muchas) más de dos mil escritores y artistas fueron reprimidos por el “alabado” régimen de Stalin, una verdadera pena.
Esto ya lo he repetido otra vez, pero creo que merece la pena recalcarlo, porque los políticos por mucho que pase el tiempo siguen cometiendo los mismos errores:
“El arte pertenece al pueblo, el arte nunca pertenecerá al arte”
(Más o menos es así - V.I. Lenin)
En este aspecto, y sin ganas de crearme ninguna polémica me gustaría decirte que “estabas mejor callado”.
Placa conmemorativa en la casa natal de Shalámov, en Vólogda. El texto de la inscripción dice lo siguiente: "En esta casa nació el 18 de junio de 1907 y vivió hasta 1924 el gran escritor ruso Varlam Tíjonovich Shalámov (1907-1982)".
-La foto es cortesía de la Wikipedia-
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