Osip Mandelstam (el epigrama contra Stalin)
Paseando por Rusia (11):
“Vivimos sin sentir el país a nuestros pies”.
(Epigrama contra Stalin)
Como
un poema te puede cambiar la vida (pero a peor), porque tuvo la mala suerte de
vivir en una Rusia donde el deporte favorito de los grandes dirigentes (porque
de grandes tenían muy poco) era practicar ‘La Gran Purga’, encabezada siempre
por ‘El
Gran Ególatra Stalin’.
¿Por
qué demonios escribió este poema que al final acabó costándole la vida?
“Nuestras palabras no se escuchan a diez pasos”.
Lo
hizo con valentía, para que todo el mundo supiera como era en realidad ‘El Gran
Tirano’ tan admirado por muchos, pero que tenían la suerte de vivir bien lejos
de las fronteras rusas, donde las grandes garras del aparataje político no
podían llegar.
Estas
palabras escritas sobre los años 1933-1934 (perdonarme si me equivoco en las
fechas) era firmar tu propia sentencia de muerte, (como así fue),
practicar la ruleta rusa y hacerte un
gran agujero en la cabeza, de esos que no tienen salida.
Los cuadernos de Voronezh
Yo lo tengo
claro. No te quites nunca el pijama, así será más fácil vestirse cuando la
“poli” llame al timbre de tu casa por la noche, en ese momento en que la sombra
de Stalin te venga a buscar. Menos sufrimiento en esos terribles momentos.
Este
hombre está calificado como uno de los grandes poetas rusos del S. XX, y los
expertos (estudiosos sobre su obra) comentan que “es difícil de leer, no dando concesiones al lector, pero que sin
embargo llega a entablar un diálogo con él, una lucha”. También es difícil
de traducir.
Cuando
buscaba información para preparar esta entrada, me encontré con estas palabras
de su viuda (muy particular ella, aunque ahora esto no venga al caso) Nadezhda
Mandelstam:
“La muerte de un
artista no es una casualidad, sino un último acto de creación que ilumina, como
un haz luminoso, todo el camino de su vida… su poema sobre Stalin fue un
ejercicio de voluntad, un acto ético…”
Nadezhda Mandelstam
Al
leerlas me he recordado al poeta
portugués Ruy Belo, cuando comentaba que ‘un poeta o escritor’ muere cuando publica
su última obra, y que vuelve a nacer, como un Ave Fénix justo en el instante en
que ve la luz la próxima obra, su siguiente trabajo, en un renacer constante
del autor, pero creo que Osip Mandelstam nunca pasará al olvido.
Ese
epigrama contra Stalin le costó toda una condena a trabajos forzados, miserable
encierro perdido en la Gran Rusia, y finalmente la muerte, (quizás una
liberación por todo aquello que le tocó vivir). Este representante del acmeísmo pasará a la historia por su
valor, hay que tener un “buen par de narices” para enfrentarse como se enfrentó
al Hombre de Hierro, a ese “Gran Ególatra” fumador de Herzegovinas (su marca de
tabaco favorita) y que respondía al nombre de Stalin.
La voz de Osip Mandelstam recitando su poema "Isaakiy".
Caminar
por la estepa rusa, no es moco de pavo, no es camino fácil. Utilizando un símil
bíblico, ‘sinuosos son los caminos que conducen al Señor…’, ser artista en esta
época resultaba muy, muy peligros, en especial para los valientes.
Reproducción de Osip Mandelstam por Maxim Minayev ? Exposición en Memoria por las Víctimas del Stalinismo.
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