A propósito de Goytisolo
Grafomanías (4)
Desde que falleció este insigne escritor no han cesado
los artículos sobre su obra, y más aun relatando su vida, que daría para más de
un libro. Denostado para unos, ensalzado para otros le han metido, introducido
dentro del “ojo del huracán” sin comerlo ni beberlo. Creo que han aprovechado
su fallecimiento para abrir esa caja de
los truenos que tanto nos gusta a los españoles, nunca dejaremos de ser unos
carpetovetónicos.
He leído
varios artículos sobre su persona y me han parecido de una total ecuanimidad,
que no dan lugar para las quejas. Como ya comenté en el otro blog que gestiono
ritarbeyu.blogspot.com referente a un caso parecido, el personaje es como es y
punto. Cierto es bajo mi punto de vista que debemos de “desmitificar al mito”, y tampoco llevarlo a los mismos altares,
pero sí ensalzarlo en el lugar que le corresponde como tal.
En cuestión
de gustos no hay nada escrito, a todos por suerte nos gustan cosas diferentes,
pero lo que nunca deberíamos de hacer es denostar a un escritor o a una obra
por el simple hecho de que no sea de nuestro agrado. Me explico, a mí me da
igual que un autor sea de izquierdas o de derechas, blanco o negro, que le
guste fumar en pipa, los toros o que le encante el bicarbonato. Lo que sí voy a
mirar es que me “seduzca” aquello que escribe, pero vivimos en un país que
muchos premios los dan dependiendo de cómo cojees políticamente, lamentable
¿verdad? Pues es así, y a estas alturas de la vida esto ya no tiene remedio.
Imitemos a
los países vecinos y hagamos grandes a nuestros grandes, poniéndolos en el
lugar que se merecen, en el puesto que les corresponde y de esta forma nuestra
cultura, nuestra lengua será la envidia de todos, pero siempre habrá alguien
que tire piedras contra su propio tejado, mientras lo hacen, siguen sin darse
cuenta de lo grandes que están siendo nuestras goteras, y tampoco se dan cuenta
de lo vil que están actuando.
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