El Golem
Ficha técnica: (breve)
Autor: Gustav Meynrik
Título: El Golem
Título original: Der Golem
Lectura: Ebook
Gustav
Meynrik fue un escritor austríaco que fue conocido por su primera novela, El
Golem (1915) un clásico de la literatura fantástica del S. XX. El Golem es un
ser creado artificialmente por un cabalista.
En esta
novela se ofrece una visión simbólica de este personaje legendario
perteneciente al folclore judío, que a su juicio encarna la potencia oculta
(monstruosa desde su punto de vista e informe porque aún está o sigue dormida), que anida
en el inconsciente de todo ser humano, y en este caso de todos aquellos judíos que
viven en el guetto de Praga. (Menudo
rollazo)
“Vuelve a despertarse en mí la leyenda del Golem
espectral, de ese hombre artificial que hace tiempo construyera de materia,
aquí en el ghetto un rabino conocedor de la Cábala, quien lo convirtió en un
ser autómata y sin pensamiento, al situar tras sus dientes una mágica cifra
numérica”.
Sus novelas
posteriores desarrollan la misma fórmula: Material tradicional que procede del
folclore europeo, que el reinterpreta desde su perspectiva simbolista y
esotérica, que está influida por la alquimia y la misma cábala, algo que se
puede observar muy bien en esta novela de El Golem.
“Dos sendas corren paralelas: el camino de la vida y el
camino de la muerte. Tú has tomado y leído el libro de Ibbur. Tu alma se ha
preñado del espíritu de la vida…
Sigue
el modelo de la donna angelicata de Petrarca, Ofelia y la niña muerte de Poe
(todos o casi todos siguen el mismo patrón), pues toca temas como el sueño, (me
recuerda a alguien en particular, a quien no voy a mencionar), ese sueño que lo
transporta a otra dimensión de lo real, el doble y sobre todo su amada, esa
amada idealizada. (Miriam en este caso.)
“Nunca lo he visto así. Por cierto para nosotras, las
chicas judías, “El viento tibio de la
primavera” está ya controlado, como ya sabe, por nuestros padres, y no
podemos más que obedecer. Y por supuesto, lo hacemos. Está en nuestra sangre…”
El
Golem tan nombrado en la obra tiene un gran significado, incluido nuestros
días, que es ni más ni menos que la personificación del autómata creado por la
sociedad moderna, es decir un auténtico Prometeo. Este Golem (Prometeo) crea en
el ser humano, en la sociedad moderna, y sobre todo en las empresas, en esas
grandes corporaciones y multinacionales el llamado “síndrome del reloj”, el actuar
como un robot para que todo salga a la perfección, lo que ha creado otro ser
muy particular que lo podíamos denominar de una forma familiar el “síndrome
de Homer Simpson”, donde actuaríamos de la forma contrario, haciendo lo
que no quieren que hagamos, es decir un Epimeteo de la antigüedad, (aquellas personas
que suelen reflexionar las cosas más tarde), mientras que El Golem realiza la
parte asignada contra su propia voluntad, y con un rigor digamos que atroz.
En los
numerosos personajes que aparecen en sus obras podemos distinguir los rasgos de
sus progenitores, como son los ancianos nobles con sus hábitos ridículos, y
actrices fracasadas.
La
vida, el entorno de Athanassius Pernath es un sueño incomprensible, que es
movida extrañamente desde su interior por El Golem, (y aquí empieza el lío para
el lector, por lo menos así me lo aparecido a mí), que influye de muchas
maneras en él, y en su ambiente, donde toda la trama es complicada. Me ha
resultado bastante difícil de comprender, en especial a Pernath con ese
carácter tan peculiar…
“En cierta ocasión oí decir a mi padre que el mundo está
aquí para que nosotros lo imaginemos roto, que es entonces cuando empieza la
vida”.
Personalmente
he de decir que su lectura resultó farragosa, complicada, bastante pesada y a
veces insufrible de verdad. Hubo ocasiones durante su lectura que a mi mente
venía el estribillo de una famosilla canción de primeros de los años noventa
del pasado siglo, que decía más o menos así: “No sé de dónde vengo, no sé a dónde voy, no sé cómo me llamo, ni que
día es hoy…” En resumidas cuentas, y no quiero contradecirme, puedo
entender su significado pero… ¿Qué pasa con el contexto?
“Quien ha sido despertado ya no puede morir. Sueño y
muerte es lo mismo”.
Post Scriptum:
Hay
personajes con muchos matices y otros se quedan cortos. En fin, como dije en la
anterior entrada, son ellos los que escogen su destino, su propio camino, y hay
cosas que muchas veces nos pueden resultar incomprensibles, pero esta vez los
personajes “no me han hablado, no me han
comunicado nada, no han querido saber nada conmigo”. Para amantes del
género.
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