Los strigoi en la literatura universal.
“La leyenda de los no muertos.”
El más conocido de todos, el más inmortal de
ellos fue Drácula, el vampiro más universal de todos, pues su autor Bram
Stocker supo darle un cariz de modernidad, y yo diría de orgullo, de realzar lo
que realmente era. Esta obra, escrita en 1897 se convirtió en su obra maestra,
fue de tal magnitud que ocurrieron una serie de cosas:
A) Oscar Wilde llegó a decir
que era la obra más bella jamás escrita.
B) La historia, el entorno y
el mismo personaje lograron devorar al autor de la misma.
C) A raíz de su publicación y posterior éxito surge una
moda por todo aquello referente al folclore rumano, una pasión por lo oculto, y
todo lo relacionado con el personaje en sí.
D) El primer vampiro de la
historia del cine Nosferatu está basado en el personaje de Drácula.
Cuando el autor de
Drácula se estaba muriendo víctima de la sífilis, en una cama de una pensión
londinense, pobre y olvidado, apuntaba con el dedo a un lugar cualquiera de la
habitación, eso ahora no importa, mientras decía “strigoi, strigoi.”
Una de las tradiciones
fúnebres bien marcadas por la tradición balcánica, es atar con una cinta roja
los pies de un difunto durante los tres días posteriores a su muerte, y después
desharán el nudo, consiguiendo de esta manera que el pobre difunto quede
liberado de sus pecados, entrando por fin en el reino de los justos.
Ahora bien, ¿qué pasaría
en el caso contrario? Quiero decir con esto si alguien tuviera la feliz idea de
cortar, rasgar, quemar o deshacer el maldito nudo de los demonios. Entonces la
maldición caería sobre el pobre muerto, ya que su espíritu quedaría por decirlo
así atado a este mundo, convirtiéndose en un fantasma, en un “no
muerto”, en un strigoi, condenado a vivir por
siempre jamás en el mundo de los vivos.
También hay una segunda
opción para convertirlo en strigoi, como es arrancándole alguna de las cuatro
agujas que colocan en la esquina del ataúd, para protegerle de esos espíritus
que campan a sus anchas en los cementerios.
El destino muchas veces
es malvado, y si tú eras el séptimo hijo
varón de una familia con todos los descendientes del mismo sexo, entonces
estabas condenado a convertirte en un strigoi, pero todavía había más casos,
asombraros:
1)
Si se nacía demasiado pronto.
2)
Si tu madre se cruzaba con un gato negro.
3)
Si una mujer embarazada no comía sal o mantenía
amistad con un vampiro o bruja.
4)
Si eras un hijo fuera del matrimonio.
5)
Si se nacía con el saco amniótico cubriéndote la
cabeza.
6)
Y esta para mí es la mejor de todas: Los pelirrojos con
ojos azules son strigoi en potencia.
Otra gorda; teniendo un aspecto desagradable,
si le faltase un dedo, o con apéndices
similares a los de un animal, también podían ser considerados como vampiros.
Mirar,
hay escritores como Sheridan Le Fanu, Bram Stocker y Julio Verne, que para
escribir sus libros se han basado en toda esta serie de leyendas para construir
sus ya famosas historias.
Las
strigas
son unas pequeñas aves vampíricas con un pico en forma de anzuelo, que abría
las venas de los niños mientras dormían, para luego beber sin piedad alguna la
sangre de aquellos inocentes.
John
Willian Pollidory escribió el primer cuento de vampiros de la historia, eso
ocurría en el año 1816, poco tiempo después Mary Shelley conquistaba al público
con su Frankestein.
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