Mr. Holmes
Ficha
técnica:
Título: “Mr.
Holmes”
Autor: Mitch
Cullin
Título original: “Mr. Holmes”
Traducción: Eva González Rosales
Editorial: Roca Editorial
Categoría: Novela (Roca)
Publicación: 19/02/2015
Págs. 288
ISBN: 9788499189185
Encuadernación: Tapa dura
Lengua: Castellano
Micht
Cullin:
Mitch Cullin nació en 1968 en Santa Fe,
Estados Unidos. Fue alumno de la Universidad de Houston, donde asistió a clases
de escritura creativa impartidas por Mary Gaitskill. Junto con autores como
Salman Rushdie y Amy Tan es cofundador de la página Web Red Room, dedicada a la
promoción de la escritura y sin ánimo de lucro.
Es autor de seis novelas entre las que se encuentra, Tideland, que fue llevada al cine por Terry Gilliam. Ha vivido en Tokyo y en la actualidad reside en Arcadia, California.
Algo de historia:
No es que Arthur Conan Doyle lo matara exactamente, pero de Sherlock Holmes no quedó más que su bastón y
una carta. En ella, el inquilino del 221B
de Baker Street le explicaba al doctor Watson que su archienemigo
Moriarty y él iban a entablar la última batalla. Así terminaba el relato «El
problema final»: sin Holmes. O, dicho de otra forma: con Holmes
(aparentemente) ahogado en las cataratas suizas de
Reichenbach.
Hasta que, indignados con Arthur Conan
Doyle por haber dado muerte a Sherlock Holmes, miles de lectores empezaron a
protestar llevando crespones negros en el sombrero, en señal de luto, y
escribiendo cartas de protesta. Al autor no le quedó más remedio que resucitar al detective. Lo hizo en “La casa deshabitada”, donde el
doctor relata cómo se le aparece Holmes disfrazado y le cuenta que quien en
realidad se cayó al precipicio fue Moriarty.
A partir de ahí, Holmes continuó
investigando. Y a Conan Doyle no se le volvió a ocurrir deshacerse de él. Tras una carrera de veintitrés años, lo dejó envejecer en Sussex. Un
retiro que el investigador aprovechó para estudiar filosofía; también para escribir un manual de apicultura y,
por supuesto, para resolver algún que otro caso más.
Reseña del
ABC.es Cultura
(Antonio
Fontana: 27/01/15)
El
entrecomillado, cursivas y negritas son mías.
«Extraordinario… Nuestro héroe (nuestro eterno
héroe) nunca ha sido más heroico, ni más humano.»
(The Village Voice)
Argumento:
Estamos en 1947. Sherlock Holmes se
retiró de su labor como investigador hace ya mucho tiempo y ahora es un anciano
de noventa y tres años. Vive en una granja remota, en Sussex, con su ama de
llaves y Roger el joven hijo de esta.
Cada día atiende a sus abejas, escribe en su diario y se da cuenta de que va
perdiendo facultades. Aunque siguen proponiéndole que investigue algunos
extraños casos, él está tan alejado de esa vida que no quiere ni escucharlos.
Se ha convertido en un hombre gruñón y encerrado en los recuerdos.
A través de esos recuerdos llega a un momento
de su vida en que tiene que plantearse preguntas que, tal vez, ni él mismo
sabía que tenía que resolver, y reflexionará sobre la vida, el amor, los
límites de las habilidades mentales y sobre la muerte: la suya propia y la de
aquellos que le rodean.
Mitch Cullin se ha atrevido con un tema tabú. Ha hecho
humano al mito, lo ha descendido de los altares para hacerle real, con sus
virtudes y sus defectos, con las imperfecciones que todo hijo de vecino tiene,
sin olvidarse de sus egos, de nuestros egos, que por muy humildes que seamos
los tenemos.
Así
que nos encontramos a un Sherlock Holmes de 93 años, ya retirado, en una zona
de la campiña inglesa (Sussex), ensimismado en sus recuerdos, en su pasado y
con las consecuentes lagunas mentales de la edad, algo que le “cabrea” mucho.
Un nuevo Holmes que nos sorprenderá, que solo busca la compañía de sus abejas,
y la del hijo de su ama de llaves. Tampoco nos olvidamos de sus inseparables
librotes y apuntes, que suelen aparecer por los lugares más inverosímiles. Un
Sherlock Holmes que no fuma en pipa, en el buen sentido de la palabra, (perdonarme el chiste) sino puros, unos
malolientes puros que traen de cabeza a su ama de llaves, y sobre todo y para
finalizar, un Sherlock más maniático que nunca, a lo que yo añadiría una muy
poca sociabilidad… ¡Ah!, se me olvidaba. Una tragedia acompañará a este
detective gruñón.
Para
finalizar una última cuestión; si eres un gran fam de este gran detective puede
que la historia se desmerezca un poco, tal
vez bastante, ya que como dije al principio se ha bajado a un dios de los
altares, y, quizás haya cosas que sean intocables para muchas personas como por
ejemplo que Elvis es el rey del rock and roll, si las rubias o las morenas son
las más guapas, la tortilla de patata (con o sin cebolla), Calderón o Lope de
Vega, en fin… tú mismo decides. Hasta la próxima y en este verano: “Felices lecturas”.
Yo creo que no lo voy a leer, Sherlock siempre será Sherlock.
ResponderEliminar