El largo camino a casa

    El libro nos remonta al año 1940, durante la 2ª Guerra Mundial, en el momento en que los alemanes dominaban los cielos ingleses y dejaban caer miles de bombas sobre suelo británico un día sí y otro  también, para debilitarles por completo. Es justo en este instante cuando da comienzo nuestra historia, una narración de valentía y resiliencia por parte de los personajes, que en muchos momentos me ha hecho recordar a otro gran relato "La luz que no puedes ver", que está relacionado con la maldita 'Segunda Gran Guerra'.

     Un abuelo de nombre Bertie, que junto con su nieta Susam (ambos amantes de las palomas) entran a formar parte de la "Operación Columba", es decir el uso de palomas mensajeras por parte de las tropas aliadas con el fin de descubrir planes, posiciones, armamento, estrategias de los nazis y cuál era su fuerza militar en los países ocupados, también en una previsible invasión alemana sobre las islas. Al relato se une un joven americano de ascendencia británica que quiere formar parte de la R.A.F. como piloto.

Avión de guerra británico durante la 2ª G.M. - Spitfire

    La información transmitida por las palomas en sus idas y venidas sobre la vieja Europa transcribirá una información de vital importancia para el destino de la guerra, que en ese momento se estaba desarrollando, y que no tomaba muy buen cariz para los aliados, porque los nazis en esos momentos eran los "auténticos reyes",  hacían y deshacían a su antojo. Todo esto da pie para que se desarrolle una hermosa historia de amor entre dos de los protagonistas principales Susam y Ollie, el joven americano que quiere ser piloto de la R.A.F. Una narración que está basada en hechos reales, donde el autor de la obra los ha tenido en cuenta para ir desarrollando la misma.

   Vuelvo a repetir, una bonita historia de amor, una Francia ocupada, dos pilotos perdidos dentro de la nada de una guerra, una bonita y fiel paloma mensajera cuyo nombre no voy a revelar, montan un maravilloso relato que te hará disfrutar como lector, y para finalizar decirte que estoy seguro de una cosa, probablemente acabarás amando a las palomas, ya lo verás...