La conjura sixtina.
Ficha técnica:
Título:”La conjura sixtina”.
Título original:”Sixtinische Verschwörung”
Autor: Philipp Vanderberg.
Traducción: Pedro Gálvez.
Editorial: Planeta.
Colección: Planeta de bolsillo/19
Encuadernación: Tapa blanda
Págs. 289
Año de Edición: Febrero 1993
Ilustración de la portada: “Profeta Jeremías”, por Miguel Ángel,
detalle de la bóveda de la Capilla Sixtina, Palacio Vaticano, Roma. (foto
Archivo IGDA)
ISBN: 84-08-00231-7
Sobre el autor:
Philipp Vanderberg nació en Breslau en 1941, y estudió Germánicas e Historia del Arte en la Universidad de Munich. Comenzó su carrera profesional como periodista. Ha escrito numerosas obras sobre la antigüedad, entre ellas los éxitos mundiales “La maldición de los faraones”, “Nefertiti”, “La maldición de Copérnico” y “El faraón olvidado”. Sus libros, cuya tirada global alcanza hasta ahora (fecha de publicación de este libro), los nueve millones de ejemplares, han sido traducidos a veinticinco idiomas. Su última novela histórica se titula “El Pompeyano”.
Argumento:
Una
obra que puede hacer temblar las estructuras de la religión cristiana. Al limpiar los
frescos de la Capilla Sixtina, los restauradores descubren algunas partes
señaladas con letras que no tienen ningún sentido. El cardenal Jellinek inicia
una investigación que “le traerá de cabeza”, llevándole hasta el libro de
Jeremías, un documento ya olvidado, donde revela aspectos sobre la resurrección
de Jesús que pueden hacer temblar los cimientos del cristianismo…
Tras
esta buena sinopsis, se encuentra uno por fin con un libro si carreras, sin
drones que te vigilan por todas partes allí donde vas. No hay pasadizos
secretos, tan solo los misteriosos archivos del
Vaticano, de imposible acceso salvo para el cardenal Jellinek. Hay mucha
intriga, todo ello bajo las cúpulas vaticanas, y en unos pasillos cuyas paredes
tienen montones de oídos, en donde pasea una curia con facciones enemistadas
entre sí, que prefiere mantener la perpetuidad de la iglesia como entidad
empresarial, en vez de esforzarse para que sea la verdadera mantenedora del
cristianismo en la Tierra. Con este fin vez tras vez algunos confabuladores, es
decir los mismos cardenales opuestos a la investigación que está realizando
nuestro protagonista, el tenaz cardenal Jellinek, le ponen la zancadilla cada
dos por tres, incluyendo a los mismísimos historiadores y archiveros del
Vaticano, pues se presenta al gran Miguel Ángel como un verdadero enemigo
acérrimo de la Iglesia. Todo ello bien sazonado con buenas dotes de erudición,
y para dar más emoción al asunto la muerte, o mejor dicho el asesinato del papa
Juan Pablo I de por medio, que está muy conectada tanto con los frescos
realizados por Miguel Ángel como con la investigación que está efectuando el
cardenal Jellinek.
El
libro es bastante ameno, se lee muy bien, aunque en algunas ocasiones peca de
denso, debido a la erudición del autor (esto ya lo he comentado anteriormente),
y como ya he dicho en estas líneas en más de una ocasión, quien quiera erudición
que se compre una enciclopedia.
Está
muy bien documentado, a diferencia de Dan Brown y Javier Sierra, debe ser por
que ha sido de los primeros en escribir sobre estos temas, lo hace mucho mejor
que ellos, aunque los argumentos y contenidos siguen siendo igual de recurrentes.
El
final es totalmente imprevisible, sin perder el hilo del argumento, me ha
encantado, y el estilo de Vanderberg a diferencia de otros colegas suyos no es
nada estresante. Recomendable su lectura. Yo me lo compré en un mercadillo montado
para ayudar a una asociación de personas con discapacidad, y no me arrepiento
en ambos aspectos. Además, me he encontrado con alguna que otra joya que ya
comentaré por aquí.
Nota final:
Aparte
de que me haya gustado o no el libro, y que su autor sea bastante ameno leerlo,
junto con un tema atractivo a la vista del lector, quiero hacer unas
consideraciones finales. En resumidas cuentas, son escritores sensacionalistas,
que solo buscan eso, llamar la atención, y bajo mi punto de vista vender libros
como si fueran churros, cuantos más mejor, una verdadera pena. Además, no se
puede jugar se crea o no con los dogmas de una religión, sea cual fuere, ya que
dentro de este grupo de autores lo que dice uno, lo desdice otro, y todos
quieren tener razón, en fin “resulta imposible atravesar una muchedumbre con la
llama de la verdad sin quemarle a alguien la barba”, así que “por sus hechos
les reconocerán”.
Curiosidades sobre los Cónclaves...
El de 1268 duró casi tres años, pero si queremos ser precisos 33 meses. Allí salió elegido el papa Gregorio X, durante su estancia para las votaciones, los vecinos de Viterbo, al norte de Roma, al ver como pasaba el tiempo y no habían elegido papa, decidieron arrancar el techo al edificio donde se alojaban los cardenales, y les dieron pan y agua para comer, con el fin de apurarlos.
A partir de entonces, se decretó que los cardenales comerían sólo una vez por día si un cónclave duraba más de tres días, y que sólo recibirían pan, agua y vino si las deliberaciones pasaban de los ocho.
Hoy día esa regla no se aplica, y, aunque los cardenales de ninguna manera gozan de comidas suntuosas, no pasarán hambre sin importar cuánto dure la reunión.
Las conjuras, los misterios y las sagas siempre estarán de moda, vendiendo muchos libros.
ResponderEliminarLas sagas, los misterios y las conjuras siempre han vendido muchos libros, porque interesan al público.
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