Paper Fish

 “Carmolina tiene cinco años. Se sienta y come bocadillos de tomate junto con la abuela Doria mientras sus tíos y sus padres ríen, charlan y excavan pequeños hoyos en la tierra…”

   Pensando en cómo iba hacer esta entrada he decidido ir directamente al grano, así que –ad rem-, vayamos a lo que nos interesa que es hablar sobre esta pequeña joya escrita por Tina de Rosa, y que Hoja de Lata ha puesto en nuestras manos, para que efectuemos una lectura que no pasará inadvertida, porque ante nuestra retina transitará una historia de esas que dejan huella.

    Me parece mentira que esta obra sea conocida por el boca a boca, que nadie y esto lo digo por los críticos literarios, junto con aquellos que dominan el gran cotarro editorial se hayan animado seriamente a publicar esta clase de libros, ya que ‘Paper Fish’ ha sobrevivido a base de fotocopias y por el proselitismo de los lectores, y ahora de los silenciosos reseñadores de libros en sus respectivos blogs, que vemos en ella una gran obra. –Ad rem-, porque la lectura te llevará al mundo interior de Carmolina, que junto con su hermana mayor Doriana, “que un día entró en el bosque a observar las aves y los pájaros que había en él, pero cuando quiso regresar se olvidó la llave de vuelta a casa”, sin olvidarnos de la abuela (Doria, -siempre machando pimientos en el porche de su casa-) que cuenta unas bonitas historias sobre el lugar de procedencia de la familia, allá en la lejana Italia, con unas casas blanquecinas cegadas por el sol, acariciadas por un mar azul, junto con sus veleros,  que cuando te quieres dar cuenta ya ha entrado por la ventana. Un lugar donde los niños pueden jugar tranquilamente en la calle sin preocuparse porque les ocurra algo malo, donde los olivares forman una parte importante del paisaje, un horizonte sin ladrillos a la vista, sin el bullicio de la ciudad, donde la maldita ‘prisa’ es una parte importante, mejor dicho vital del día a día.

Tina de Rosa la autora de Carmolina en la Little Italy de Chicago, -un maravilloso mundo interior-.

    Es el triunfo diario de la gente normal, aquellas que ganan a los números del calendario sin importar el mes, sin tener en cuenta las dificultades que surjan, personas que como dice la frase son ‘gente normal, con un trabajo normal y con un sueldo digamos que…más o menos normal’ es decir, alguien quien te quiera, alguien a quien querer y llegar a fin de mes. En expresar todas esas cosas, en saber hacerlo, radica el éxito de Tina de Rosa con su ‘Paper Fish’, junto a Hoja de Lata por editarlo. Creo que nosotros nos sentimos bastante identificados con el libro, con esta historia porque los que hemos vivido y vivimos en barrios obreros, que sobre nuestras espaldas hemos visto reconversiones obreras, chabolismos, drogas, delincuencias, migraciones obreras por un mundo mejor comprendemos la idiosincrasia, esa particular forma de ser de un lugar como la Little Italy de ese Chicago cuarentón del siglo pasado. Una oda a la cultura italo-americana, pero vista desde los ojos de una mujer Tina de Rosa, donde nos muestra el duro quehacer diario de unos italianos sorprendidos al llegar a América, la tierra de las posibilidades y de los sueños, aunque muchos sueños son y serán imposibles de realizar.

“Los espejos son como las personas, con el paso de los años se les van cayendo las escamas…”

Chicago, la ciudad que escondía miles de sueños...

     Un policía (Marco, -el padre) que recorre a diario las calles, que se juega la vida en una de las capitales más pobladas de la América que no sale en las guías de viajes, una madre, Sara, que sufre el silencio de Doriana –la mayor de las hijas-, y un gueto de inmigrantes donde todos se conocen, apiñados en un barrio obrero en unas pobres condiciones. La historia sobre la vida de unas gentes que han hecho grande a América, (no los americanos de ese estúpido presidente con apellido onomatopéyico) que fueron en busca de un sueño que como el agua se les escapó entre los dedos, una rutina que mata lentamente, una historia escrita de una manera sencilla, muy inusual, donde describe unos ambiente bien conocidos por la autora. Carmolina la jovencita protagonista, y creo que alter ego de Tina de Rosa te enamorará, y un ‘silencio’, el de la preciosa hermana mayor que te hará pensar.

Ultílogo:

         Un libro te lleva a otro, te recuerda a otro compañero suyo, (siempre repito lo mismo), en este caso me evocó a otro ejemplar publicado por la misma editorial, escrito por Upton Sinclair “La Jungla”, donde nos narra las duras condiciones de trabajo, la explotación sufrida por los inmigrantes –muchos de ellos lituanos, como Sara la madre de Doriana y Carmolina- en los mataderos de Chicago, describiendo lo dura que es la vida para todos aquellos que se van lejos de su hogar, del país que les vio nacer, adaptándose a un idioma, a una cultura nueva y extraña para ellos, buscando un nuevo “El Dorado” que es un engaño, una quimera irrealizable, porque sólo han cambiado de territorio atravesando un ancho mar, pero las condiciones de vida siguen siendo las mismas, una problemática que es reflejada por la autora en unos renglones llenos de melancolía por todo lo que se ha dejado atrás, por todo aquello que no se olvida, como las historias y paisajes que la abuela Doria, siempre con su pésimo inglés cuenta a Carmolina, párrafos llenos de añoranza donde está escondida una tristeza que no pararás de leer hasta la última hoja. Se me olvidaba, el libro comienza con un muy buen prólogo a cargo de Sandra Mortola para abrir boca, y finalmente un colofón típico de la casa, no tiene precio.



Comentarios

Entradas populares